Texto argumentativo:
El chisme en el transcurrir del tiempo
El chisme es una noticia tanto verdadera como falsa; un comentario con el que, generalmente, se pretende indisponer a unas personas con otras o se murmura de alguna. En otras palabras, el chisme es una divulgación que busca descalificar a un individuo. Chismear es un hábito con falta de ética que tenemos todos, pero prácticamente, es el que mas se realiza con ligereza. Esta costumbre, es un mal que destruye, pero irónicamente, es un mal que no estamos dispuestos a abandonar.
Las personas piensan, que las únicas que pueden tener esta mala costumbre son las mujeres, pero creemos que eso es un error. Hemos comprobado que el chisme no es exclusivo solo para las féminas, los hombres, también son propensos a este mal. Un ejemplo que nos muestra, que esta mala práctica viene azotando a nuestra sociedad desde tiempos remotos, es la obra teatral Ña Catita, del comediógrafo, Manuel Ascencio Segura.
En dicha obra, podemos apreciar al personaje principal, Ña Catita, una señora chismosa y entrometida, que le gustaba armar escándalos en el hogar de una familia, solo para sacar provecho de las circunstancias y beneficiarse de estas. Al final de muchos enredos, armados por Ña Catita, diminutivo de Doña Catalina, se descubre toda la verdad, que ella estaba mintiendo y engañando a todos, así que fue expulsada de la casa.
Una de las preguntas que recorren en nuestras cabezas es: ¿Existe la necesidad de difamar o exagerar asuntos que no son de nuestra incumbencia? Y si lo hacemos ¿Por que tenemos que decirlo a sus espaldas y no cara a cara? Estas respuestas las tenemos en nuestras conciencias, ya que, si bien es una situación natural producto de la convivencia social, este acto no es justificado, porque estos, solo demuestran nuestra ausente práctica de valores, que, supuesta mente nos inculcan desde pequeños.
Estas conductas poseen cualidades de cobardía, ya que no somos capaces de decirle a las personas "sus verdades" frente a frente, si no que lo hacemos a hurtadillas de ellas, y nos da igual si exageramos, mentimos o difamamos, con tal de humillarla y verla sufrir, es suficiente para alimentar nuestro ego. Debemos recordar, que lo correcto es hablar con la verdad, solo así podremos adquirir confianza, y encontrar el respeto que tanto anhelamos alcanzar.